El restaurante no es fácil de encontrar, está dentro del hotel y te hacen esperar en la puerta como si tuvieran que hacerte el check'in del hotel. Una vez dentro el ambiente no es demasiado acogedor, un poco frío. Hasta aquí lo menos bueno. La atención y el servicio por parte del camarero es excelente, pendiente de todo, eficaz , atento y sin resultar en ningún momento nada pesado. La comida muy bien cocinada, sabrosa, abundante y bien presentada. El precio pongan lo que pongan es de por menú. Bien para ser sábado y la calidad decla comida.