un sitio moderno sencillo y cómodo. frente a la iglesia de berlanga y la plaza de San Andrés. muy cómoda ubicación y deliciosa cocina. Javier y Elena te hacen estar mejor si encaja. Normalmente nos quedamos aquí a menudo y siempre nos ponemos muy felices y ganamos de nuevo.
Totalmente recomendable el restaurante. Las manitas y los huevos trufados exquisitos. Muy amables.