Estuve cenando anoche con mi hija y, la verdad, entramos por curiosidad. Conozco poco la comida marroquí aunque sabía que no me disgustaría y así fue. Estaba todo muy rico y muy bien cocinado. Con esas mezclas de sabores y especias q saben tratar como nadie. Pero para mi lo más destacable fue la simpatía y amabilidad del camarero q nos atendió. Atento a todo lo q necesitábamos en todo momento. Pedimos un plato del q ya no tenían y rápidamente nos ofreció otro en sustitución. Para repetir sin ninguna duda.