Vimos la carta y los precios y decidimos esperar a tener una mesa en la maravillosa terraza de la plaza. No esperamos mucho. Tenían un camarero, pero tenemos una chica y súper bien. deliciosa comida. los calamares normales, pero el resto, setas con sobra, bacalao en el horno con aloli moelina y el pastel de queso, espectacular. salimos a 20 y pocos €, sin vino. Nos tiene. Ciertamente fue muy recomendable.