Hemos ido por primera vez con tods la familia, para estar juntos y la verdad es que bieen, las mesas estan un poco juntas por los tiempos que estamos pero los comedores tampoco son muy grandes, antes de pedir te ponen unas tortullas de patatas, aceitunas, chistorra y boquerones en vinagre. Nosotros solo pedimos un plato de la carta ya que con todos estos entrantes ya teníamos suficiente, la comida estaba buena y raciones correctas, el trato era muy agradable. Seguro que volveremos