El charlot fue la primera tienda de espejos. Tiene treinta años, dijo pronto. fue el pionero en introducir comida rápida en este hermoso pueblo de la campiña Cordobesa. su filosofía es ofrecer una comida rápida de calidad y cantidad. el lugar está dividido en tres habitaciones. una azotea donde se pueden tomar bebidas y cócteles, el interior, no muy grande con su bar y varias mesas y una terraza con muchas velas, en la que en verano está muerto. comenzaron a servir sándwiches y aperitivos. pero gracias a sus propietarios han sido capaces de adaptarse fantásticamente a los cambios. Cuando comenzó el boom de la pizza, comenzaron a servir pizzas, que llegaron al kebab, así que nada, para hacerlos. sus últimas novedades son las papas asadas, que por cierto, no son nada malo. los precios son increíblemente atractivos. El personal trabaja en una fábula y te hace sentir como un colega te trajo la comida. En resumen, es un lugar emblemático de espejo, donde coinciden todas las generaciones del pueblo. Buon appetito.
