No conocíamos el restaurante y entramos a comer. Vimos que puso un menú de 20 euros en la entrada, pedimos una mesa y entramos en el comedor. Nada más que sentarse fue abordado por un cocinero (no sabíamos que el chef fue tratado pero a través de Internet hemos visto que él es josu Mendizabal), y comenzó a ofrecernos platos consecutivamente, en ningún momento nos ofrecieron una carta donde pudimos ver la disponibilidad de otros menús y así precios. Al final elegimos un chuletón (que fue acompañado por una pequeña ensalada de lechuga y cebolla) para dos con papas fritas y pimientos y una crianza de vino que él escogió para nosotros, porque no nos ofreció un menú de vino. Nos han sorprendido desde el principio. Cuando sacó el chupo, vimos que era pequeño (estaba en un plato, no en piedra o brazie), las papas no eran hechas en casa, estaban congeladas, lo que en mi opinión deja mucho que desear. Después de terminar 2 cafés y la cuenta, que cuando lo vimos no sabíamos si íbamos a llorar o reírnos. Nos estafaron 78,8 euros. el vino que nos escogió eran 20 euros, el pequeño chuleton 40 euros, los pimientitos que fueron contados 10 euros, las papas platito congeladas 3 euros y para la cara de los bobos que permanecían tenían que haber cobrado más
