Teníamos unos 20 y nos tenían que poner en dos mesas diferentes porque no había suficiente espacio, pero porque no habíamos reservado, es comprensible. la atención era buena, pero los camareros y la camarera fueron de un lado a otro y no bajaron. La comida no era mala, pero tampoco era importante. Pedimos una paella y el arroz fue algo pasado, además de que no tenía gran sabor. Sí, el postre fue espectacular. el lugar es muy agradable y es perfecto para ir con niños, ya que hay un parque con columpios donde se puede divertir.