Fuimos a comer y pedir un menú. Tienen dos variedades, una para 12 euros y otra para 15, y difieren en el segundo plato. Pedí migajas y bacalao al oro que era muy rico. Probé el pastel de la abuela y la serradura, ambas ricas. lo mejor del restaurante era el tratamiento recibido por el personal, todo agradable y muy rápido. mención especial a Nacho que fue el que nos asistió.