el camarero era muy amable, agradable y nos encantó las sugerencias. Tienen una carta amplia y variada con un aspecto increíble. los platos eran muy ricos, los postres espectaculares y el tiro que nos ofrecieron al final, genial. El pulpo saladilla fue escandaloso. el postre blanco y blanco (coulante de chocolate blanco con helado de chocolate blanco) nos sorprendió mucho, todos los postres fueron tremendos. la relación calidad precio es muy buena. sin duda, totalmente recomendado y volveremos. ¡Excelente! muchas gracias por todo.
