Si, sorprende que, en un pueblo tan pequeño, preparen unas mollejas tan buenas. Las buenas manos de Chuma hacen el milagro. No dejemos aparte a Helga, con una mano estupenda también que, cocina de maravilla, tanto para comer en el bar como para llevar. Buena gente y muy trabajadores. Amigos, seguid mejorando, sois estupendos.