Partiendo de la base que San Lorenzo del escorial es un gran lugar y pasamos un gran día visitando el monasterio y el callejón, comemos igualmente en un lugar fresco, pequeño, acogedor con propietarios muy agradables y sobre todo, la comida de diez, rico y bien presentado, un buen lugar para ir con niños, variedad en los menús y buen producto, que sí, es mejor revervar