A lo mejor las buenas intenciones de este restaurante mueren entre sus pretensiones. Hemos comido bien, y a veces algunos platos muy buenos, pero otros donde la presentación valía más que los sabores. Faltaba ‘bite’ y esperábamos más contraste y niveles de sabores. Y el ‘hilo musical’ consiste de ‘covers’ de dudosa calidad, uno aún peor que el otro, que para los que conocen los originales era muy frustrante. Hemos reído mucho. No cabe dentro un restaurante de esa calidad. No obstante, hemos disfrutado.