Tenemos una mesa para celebrar el cumpleaños de mi hijo después de esperar suficiente tiempo para disfrutar de esta experiencia culinaria. y digo que disfrutes, porque desde el principio hasta el final ha sido eso, un disfrute. una sucesión de exquisitos aperitivos con una mesa muy cuidadosa, desde el homenaje original al mantel hasta la talavera, hasta el servicio de habitaciones. como colofona, al salir del restaurante, el propio Maldonado carlos, por su propia iniciativa, ha venido a despedirse y a agradecernos por nuestra visita. cercano, amistoso y amistoso, ha puesto el guía para que nuestra experiencia en su restaurante no permanezca en una sola visita, si no es que nos ha creado el deseo de repetir. Gracias, cariño, por hacer el cumpleaños 17 de mi hijo aún más especial de lo que ya es para nosotros.