Bar en la carretera , tiene buen acceso y gran aparcamiento, dejar de de desayunar y pedí una merienda de tocino con queso , me encantó el pan , muy rico , el restaurante tiene su encanto , ya que es muy retro pero con una gran decoración de motocicletas y coches clásicos, la chica que me asistió era cordial pero no muy agradable, se detendría si me subía en el camino