Bocatería que lleva muchos años abierta pero que no baja el listón. Llevamos yendo toda la vida y seguiremos haciéndolo. La comida muy buena y el trato excepcional. A destacar los pirulís, las hamburguesas, los postres (sobretodo de chocolate) y las cervezas, que están muy bien tiradas. ¡Además, todo a muy buen precio! Se ha convertido en uno de nuestros lugares de cabecera.