No conocíamos el restaurante tras la reforma y nos ha gustado mucho: decoración muy cuidada, moderna pero acogedora. A destacar los techos con vigas de madera y los grandes cuadros que adornan las paredes. Tiene una terraza espectacular, que habrá que probar en verano. Todos los espacios muy limpios y con varios dispensadores de gel hidroalcohólico. En cuanto a la comida en esto no ha cambiado, sigue con la misma calidad de siempre y los buenos productos. Pedimos una ensalada de tomate, muy bien aliñada, para acompañar las carrilleras y el pollo de corral. Ambos platos de diez, muy bien condimentados y con el justo punto de salsa. El pan está muy bueno. De postre, una riquísima tarta de queso y la crema de limón, todo casero. La atención del personal de mesa fue excelente. Casa Estrella sigie siendo altamente recomendable.