Nos habían dicho acerca de él, fuimos a las 13:30 para reservar en persona, ya que no tienen teléfono, y tuvimos suerte de encontrar una mesa, porque todo estaba lleno. Alguien había cancelado la reserva. para acceder al restaurante hay una carretera donde se puede aparcar un poco lejos y caminar, pero también se puede ir a través de la cala cuidadosamente, y también se puede conseguir en barco ya que tiene su propio barco. a las 14'00h comienzan a servir, todos comienzan a comer al mismo tiempo y por supuesto comen lo mismo, el típico caldero. El café de la caleta fue espectacular, con tanto calor nos encanta tanto. el sitio encantador, romántico, buena comida, vistas extraordinarias. A 10.