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Valoración media
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Fuimos a comer por el Día de Andalucía y reservamos para que no hubiese problemas al llegar. Aun así, llegamos temprano y pudimos fijarnos en los pintorescos detalles que decoran el salón (dejo fotos). Nos ofrecieron un par de mesas para que eligiéramos y optamos por la que estaba más retirada de la chimenea, pues el día estaba bueno. Aun así, si tienes frío puedes pedir que te pongan un brasero bajo la mesa, lo que nos pareció un gran detalle (dejo foto). Vimos la carta (dejo fotos) y pedimos ración de secreto (en la foto el plato ya está un poco empezado, pero es que cuesta resistirse), raciones de combinado ibérico y raciones de presa. Y la verdad es que las raciones están muy bien servidas, podrían comer dos personas. El pan que sirven es el típico pan de pueblo tan rico. Después pedimos postres (nos cobraron por cada uno). Y al pedir la cuenta nos trajeron unos helados como obsequio. Por los refrescos nos cobraron por la botella de agua grande y por el tercio de cerveza (estos precios no están indicados en la carta). En resumen, una experiencia bastante agradable que seguro que repetiremos en otra ocasión.