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Valoración media
★
Se supone que cuando tú montas o trabajas en un área de servicios de estas dimensiones y características, tienes gente cualificada trabajando para ello, no? Pues en este lugar, la desorganización y mala educación brilla por donde vayas; más de cuatro personas en la barra, todos como pollos sin cabeza, lo mismo te pone un café con leche por aquí como se marcha al otro extremo de la barra a poner una caña, dejando al del café con la palabra en la boca y esperando para pedirla un mísero donut... Paramos un autocar de más de 50 personas, y la opinión de más de la mitad fue exactamente la misma: maleducados y groseros, con la sensación de que les debes algo tú. Más de una persona se marchó sin cenar (a las 11 de la noche, con más de 4 horas de viaje aún por delante), entre ellas yo mismo. Pido un descafeinado y un bocadillo de lomo queso; tras más de 10 minutos y haberlo pedido tres veces, me pone de mala gana el café. Abandono la barra a tomarme el café mientras sigo esperando mi bocadillo (ya pedido cuatro veces), cuando el autobús ya comenzaba a cargar pasajeros para marcharse, le pregunto por última vez que si me puede poner el bocadillo aunque sea para llevar, a lo que me dice que no, que se le ha olvidado y que ya solo podría ser bocadillos fríos y lo que tardasen... Le contesto que entonces no, que llevo más de media hora esperando por él, y su respuesta fue torcerme el gesto y decirme haz lo que quieras . Nefasto, en la siguiente salida, o en la siguiente o en la siguiente, la atención y calidad mejorará sin duda, porque en este lugar no puede ser peor.