4 /5
Valoración media
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La ubicación del hotel ofrece unas vistas geniales. La estancia estuvo perfecta. Habitación tranquila, cálida y limpia. El desayuno completo, con pan, boyeria y embutidos propios. La piscina es una opción genial para relajarse, incluso puedes ver como atardecer, mientras te das un masaje de agua caliente. Lo negativo a destacar fue justo en el checkout. Teníamos que pagar la tasa turista y al intentarlo hacerlo con tarjeta, la mujer se negó, alegando que no le salía a cuenta. Nosotros no solemos andar dinero encima, por suerte llevábamos algo de suelto, y pudimos pagar algo. Nos perdonaron pero aún así, se tiene que cobrar cualquier importe en tarjeta, no existe ninguna ley que lo prohíba. El comentario de no podéis ir sin dinero por el Pirineo sobraba la verdad.