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Valoración media
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En un bonito y sorprendente entorno, este restaurante ya visitado hace muchos muchos años, guarda una parte del encanto que tuvo, aunque está más abandonado. Culpa de las pandemias, el Covid u otras razones, su rehabilitación pide paso. El antiguo molí, su entorno del río, y el puente emblemático, da lugar a pasar una velada después o antes, de la degustación. En cuanto al restaurante, su especialidad carnes brasa. Reservar es importante, si quieres comer junto al río en la explanada. Servicio y cocina, en la medida de atención según ocupación, y ambiente familiar y conocido, es lo frecuentado. Sin problemas para aparcar cerca, a la sombra. Pequeño parque infantil para desahogo de los padres. Menú entresemana 15€