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Valoración media
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¡Qué hallazgo! ¡Este restaurante lo tiene todo! Hermosos y muy sabrosos platos de diferentes tapas. Al llegar tenemos que intentar beber vino tinto de una manera muy especial. El dueño se sentó con nosotros en nuestra mesa para decirnos qué era fresco y en el menú. Le dijimos lo que queríamos. El dueño estaba constantemente comprobando si disfrutamos de la comida, y nos aseguramos de tener todo lo que necesitábamos. Pedimos bacalao, cordero, queso con safran, pimientos verdes, pulpo y dos pasteles diferentes para el postre. También tuvimos una botella de vino. Puede parecer simple cuando escribo los ingredientes principales aquí, pero los preparó con algunas especias increíblemente sabrosas!. Qué gran experiencia de comida. Al final, también trajo su guitarra y el dueño y sus amigos donde cantaban canciones españolas. Todo en una gran noche, nos sentamos allí dos horas. El restaurante está escondido lejos de la calle principal, pero si yo donde tú, lo buscaría con más certeza. Por toda la comida que comimos pagamos alrededor de 60 euros, un poco expensivo pero totalmente vale la pena.