3 /5
Valoración media
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Un restaurante-cafetería que se ha quedado algo anticuado comparado con lo que impera hoy en día por la A-6, donde casi todo son cadenas y franquicias de empresas hosteleras y de restauración muy parecidas unas a otras y que parece que tienen una norma común: ave de paso, estacazo . Dicho esto, nos encontramos en un sitio agradable, demasiado tranquilo para lo que ha sido en otros tiempos, pero los gustos cambian y parece que ya no gusta lo de siempre. Esto le ha llevado a reducir la oferta, pero se sigue desayunando y comiendo bien; yo viajo continuamente a Lugo por razones de trabajo desde hace 30 años, conozco bien la ruta y lo que hay en ella, los sitios donde se puede parar y los sitios en los que hay que acelerar para pasarlos rápidamente, y éste es mi sitio preferido a la ida desde Madrid y lo seguirá siendo mientras su actual dueño aguante. ¡Ah, que no se me olvide! En verano abre una enorme nave para que los clientes aparque en coche en ella y esté fresco a la hora de reiniciar el viaje.