5 /5
Valoración media
★
★
★
★
★
Restaurante típico mallorquín con comida muy sabrosa y abundante típica de Mallorca, en esta ocasión probamos la Porcella, y el cordero y ambos estaban muy buenos, también pedimos antes unas croquetas que estaban riquísimas, los postres también típicos mallorquines como el cardenal de Lloseta, que nos pusieron un trozo enorme. Agradecer también por ello a la camarera (Joana) el trato recibido que estuvo de a pesar de ir de bolido pues a pesar de que hay turnos los domingos esta a tope en todos ellos. Lo único a indicar, es que no es un lugar tranquilo, como digo esta siempre a tope y hay mucho ruido por cantidad de gente hablando a un volumen elevado , pero es un ambiente muy animado.