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★
La reserva ya presagiaba una mala comida y el mal servicio. Primeramente llamé por teléfono para reservar mesa. Me cogió una chica, que mucha idea no tenía... quedó en que me mandarían los menús de Navidad por Whatsapp (todavía estoy esperándolos) y eso que les escribí también por ahí para recordárselo. Al final los conseguimos y reservamos para 12 adultos y 8 niños. Cuando llegamos allí nos habían puesto una mesa de 12, les comentamos que habíamos reservado para 20 y en vez de pedir disculpas, nos dice que lo habíamos reservado nosotros mal... en fin, lo resuelven poniendo una mesa de otra altura, pegada a la que tenían preparada... Los vasos estaban sucios, cada uno de su padre y de su madre, tuvimos que estar pidiendo platos y cubiertos porque pusieron 2 contados... Entre plato y plato tardaban muchísimo! En uno de los entrecots encontramos un pelo y en vez de pedir disculpas, nos dice que se le habrá caído a la que lo estaba comiendo. La respondemos que será porque ella tenía el pelo largo (sarcasmo) y nos dice que del cocinero tampoco porque está calvo.... pero no nos cambiaban el entrecot. Al final lo hicieron porque vieron que no se lo iba a comer y pusimos todos mala cara... El pescado estaba bañado en aceite, el morro también.... Los postres fatal, para ser un menú de Navidad solo tenían fruta, helado y tarta de chocolate (la del Mercadona). Me parece muy fuerte, que en un menú de 25€ no haya un postre en condiciones... Los menús de los niños... unos calamares (al menos eran frescos), patatas fritas y unos filetes de lomo, 11€ cada uno... nos pareció un poco caro para lo que era. El personal escaso y con malas caras, solo dos camareras para toda la sala y encima meten como ayuda a la monitora. El acceso al comedor es por escaleras, por lo que si vas en silla de ruedas o llevas sillita de niño, hay que tenerlo en cuenta. En el local de al lado hay un parque de bolas para que jueguen los niños, en el que está la monitora. Los niños se lo pasaron genial. Vale 3€ la hora, pero con cada menú infantil regalan una hora hasta las 5 h. Nosotros avisamos a la chica para que se llevara a los niños a las 4h, pero hasta las 4:45h no vino, y nos querían cobrar a partir de las 5h!! Al final, como nos quejamos nos dejaron la hora gratuita que nos correspondía ya que no teníamos la culpa de que la monitora se entretuviera ayudando a las camareras y viniera 45 minutos tarde. Los 2 niños pequeños que no comieron menú tuvieron que pagar 2 horas, lo cual nos pareció un detalle feísimo (además de querernos cobrar las 2 horas de cada uno, claro), porque nos gastamos casi 500€ y podían no haber cobrado los 6 € de los 2 pequeños... En resumen; Ninguno de los 12 adultos que fuimos, volveremos...