5 /5
Valoración media
★
★
★
★
★
Vamos un sabado a comer con una pareja de amigos. La casa de comidas “Cal Rubell” es muy antigua, ya desde principios del siglo XX funcionaba como hostal donde había un pequeño comedor. Fue en terminada la guerra, cuando la familia Catot Ponsa (los abuelos de los actuales propietarios) adquieren el establecimiento de la calle de la Vinya, espoleados por su hijo mayor, Josep. Fonda de comida tradicional catalana con toques de modernidad. Sopa de pescado excelente con trozos de pescado y mejillones. Canalones de Can Rubell brutales y conejo a la brasa con patatas fritas caseras. Ellas variado de pescado plancha, muy rico, con calamares plancha, gambas, mejillones y merluza fresca. Postre Macedònia de frutas naturales, delicioso. Local muy grande, però con un servicio impecable. Mis felicitaciones a todo el equipo.