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Valoración media
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Primera visita a este encantador restaurante de montaña en la sinuosa carretera que lleva a Guadallest desde la pandemia. Comida española clásica cocinada de forma sencilla, gran parte de la cual se cocina en una barbacoa fría al aire libre frente al restaurante. Es un paraíso para los amantes de la carne. Todo, desde el pan fresco con alioli, las deliciosas carnes y embutidos a la brasa hasta los maravillosos postres caseros, es todo muy bueno. La comida es sencilla pero recién hecha y muy sabrosa. El menú tiene una muy buena relación calidad-precio y las raciones son grandes. El restaurante sólo abre durante el día, y es recomendable reservar con antelación, ya que suele estar lleno cada vez que vamos. Hay un encantador mercado al aire libre justo al lado del restaurante, donde se pueden comprar muchos alimentos locales, como mermeladas locales, chutneys, aceitunas y vino. Definitivamente sigue tu camino de ida o de regreso de visitar Guadallest.