4 /5
Valoración media
★
★
★
★
Eso es lo que inspira esta sencilla casa de comidas a cargo de las atentas hermanas Mari y Teri, con un producto excelente a precio equilibrado. Habíamos estado allá dos años antes cuando descubrimos que no aceptan tarjetas, por lo que este vez vinimos documentados y decidimos repetir, así que, tras un baño en la cercana islita donde se encuentra la torre de San Sadurniño, nos atizamos raciones de zamburiñas, ostras, vieiras, mejillones, empanada y queso, con algo de ensalada para disimular y una botella de albariño, todo ello a unos por boca. Nos comentaron las hermanas que nadie de la familia se anima a continuar con esta casa ellas se jubilarán dentro de pocos años lo que sería una pena para una cocina que, fuera del Cambados céntrico y turístico, merece sin duda visita.