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Valoración media
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Comimos en la Tasca del Parador el día de San Valentín, cuatro adultos y dos niños y la verdad es que fue una grata experiencia. La amabilidad y profesionalidad del camarero es de destacar. Para los niños pedimos menú infantil que comprendía un croquetón de jamón, un plato de calamares rebozados, una bolsa de patatas fritas, un plato combinado, postre casero y la bebida, por 10 euros, todo bueno. Y los mayores pedimos un menú de 20 euros que consistía en elegir cinco entrantes de entre varios y plato al centro de entre tres opciones . Pedimos caballitos, empanadillas fritas, patatas bravas, almejas a la plancha y verduras en tempura, riquísimas. Y al centro secreto y solomillo, tiernisimo, a la brasa. La bebida durante la comida era barra libre, tomamos una jarra de cerveza, dos sin alcohol, una coca cola y una botella de tinto casa de la ermita. Y postres al centro, 4 tipos de tarta que no sabría decir cuál me gustó más. Todo ello por 20 euros por cabeza, el café aparte, pero nos invitaron a los chupitos. Muy buena atención y buena comida, sitio muy recomendable.