4 /5
Valoración media
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El parador es un lugar perfecto para desconectar dada su situación en medio de la naturaleza. Sin duda un entorno privilegiado en el que pasar unos días y romper con la rutina. Me gustaría destacar lo acogedor que es y sobre todo el trato excepcional de sus camareros del bar y del restaurante (Monserrat, Pedro, Sergio, Jose...etc). No le pongo cinco estrellas a mi estancia porque soy muy escrupulosa y, aunque la habitación era enorme y estaba muy cuidada, el baño no estaba todo lo limpio que me gustaría. Encontré varios pelos detrás de la puerta, en la ducha, en el bidé y en las paredes. Un despiste puede tenerlo cualquier persona pero creo que es importante reforzar la limpieza de los baños para mayor confort. Sin embargo la habitación estaba muy limpia. Solo le pongo ese fallo. Espero que con la reforma que le van a hacer este parador entrañable no pierda su esencia de refugio de montaña y esperamos volver pronto