5 /5
Valoración media
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El restaurante cuenta con terraza exterior y una pequeña zona de barra, conviene hacer reserva. Cuenta con una carta con numerosas opciones de tapeo, aunque no tenían disponibilidad de varias de las tapas que pedimos. Gambas al ajillo (3'75€ : siempre es agradable recibir un platillo chisporroteante en la mesa con gambas con toque picantito. Huevos de choco aliñados (2'5€ : nunca los habíamos probado, curiosos y muy bien aliñados, sólo recomendado si te gusta la cebolla cruda. Croquetas de corvina (2'5€ : croquetas densas con intenso sabor a pescado. Lo acompañan de dos salsas con las que ir obteniendo distintos sabores. Un 10 por aliñar la ensalada de acompañamiento, lo que se pone en un plato, se pone para comer, no como elemento decorativo. Bacalao al ajo riero (3'5€ : sabor brutal de la salsa, no vas a poder parar de mojar pan hasta que se acabe. Bacalao perfectamente cocinado y en su justa medida de sal. Con la cuenta tienen el detalle de darte unos pequeños bombones de helado para irte con mejor sabor de boca todavía. Salimos encantadas del local, una pena que nuestro estómago tenga límite, porque me quedo con ganas de seguir conociendo su carta. Cocina cuidada, sabores increíbles, precios razonables.