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Valoración media
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Es un sitio espectacular, estuvimos con la familia y aunque teníamos reserva para 6, luego se añadieron unos amigos y la chica que acomoda las mesas lo preparó todo para que estuvieramos a gusto, y muy espaciosos. La comida está muy muy buena, sobretodo el pan bao, las copas muy bien puestas, y a buen precio, los amigos estos que vinieron son de morro fino y pidieron givine y lo cobran solo 2 euros más que las copas nacionales. Tienen un local donde los niños juegan y pueden cenar, con lo que tu vives una experiencia sin que te molesten los hijos de otras mesas. Lo mejor el postre, nos recomendaron pedir la noria de postres y no te puedes ir de allí sin probarla, es una explosión de sabores inexplicable. Volveremos sin duda, grandes momentos vividos allí en FAMILIA y unos colegas.