4 /5
Valoración media
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Como ya dije en otra reseña no sé si es suerte o qué sabemos dónde ir,en este caso fue suerte porque es un restaurante por el cual he pasado a lo largo de mi vida cientos de veces y nunca se me ocurrió parar ni tan si quiera por un café pero que gratísima sorpresa ,por narices teníamos que ir ahí lo próximo estaba muy lejos . Olé olé y olé por el trato de sus camareros por la rapidez en las comandas(eso para los currantes qué comemos fuera es importantísimo)por la calidad de sus platos y por las increíbles vistas que posee su terraza trasera bestial.ah la jefa me contó una historia muy chula el jamonero está hecho con piezas y tornillos de las antiguas vías que pasaban a poco más de 500m del local al cual iban a comer los trabajadores de dicha obra