4 /5
Valoración media
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Hemos celebrado la Hispanidad un grupo numeroso adultos y niños) en su terraza, amplia y cómoda. Se aparca con facilidad en las calles adyacentes. Del interior, no puedo opinar, excepto de los aseos, cómodos y muy limpios. Chiki y Diana, los dueños, así como los empleados nos han tratado muy bien. Servicio correcto, rápido y amable. Tras un aperitivo correcto cervezas, vinos y refrescos con sus tapitas correspondientes) nos hemos sentado. De entradas, al centro, tataki con algas, callos (espléndidos), torreznos (fantásticos), salpicón de pulpo, foie, croquetas cremosas y muy finas) y boquerones fritos al limón sorprendente mezcla de sabores). Como principales, a elegir, cochinillo como crítica constructiva si bien estaba bien horneado por dentro, el tostón estaba poco crujiente rabo de toro y pulpo a la parrilla. Para los chavales, los huevos fritos y patatas no faltaron. botellas de vino tinto Pesquera Ribera del Duero. Como postre, además de los obligados cafés, bandejas con un surtido variado (flan, tarta de queso, tarta San Marcos y Selva Negra). Nos invitaron a unos chupitos hierbas o crema de orujo). El precio, razonable dado lo ofertado y la calidad y el trato recibido.