3 /5
Valoración media
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En lugar emblemático, en el cruce de Las Raices, restaurante con terraza en paisaje natural protegido, y eso lo salva, su unica terraza por ubicacion. Oferta gastronómica del montón, sin calidad en los productos, ni ejecución. De platos, gustaron los tomates y nada más, garbanzas recalentadas, carne seca y postre soso. Atención, a veces voluntariosa, a veces pasota. Precios correctos. No tienen darafono. No basta con tener pan y cervezas frias, para un lugar tan especial la oferta debería de ser de mejor calidad. El sitio merece un buen restaurante.