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Valoración media
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Domingo de agosto en afecto, no comemos en ningún restaurante de la zona. Al fin logramos reservar una mesa sobre un ponte, aunque no temiendo porque nos ponen un poco de problemas. Cuando llegamos, el acuerdo inicial no es el mejor, pero está mejorando a medida que pasa el tiempo. Comemos en la terraza tu menú. simple, pero nos sirve después de la odisea que ha significado comer. los flancos de café y queso muy ricos. Mientras tanto, varias familias llegan rogando incluso si es un aperitivo, no tienen éxito. si usted está en la zona, reserve por adelantado porque se generaliza el pequeño servicio.