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Valoración media
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Un restaurante con la marca Martin Berasategui pero que él mismo, se tiraría de los pocos pelos si viese como funciona aquello.GENERAL:Pagamos una cena de por adultos niña. Nuestra llegada fue esperando, no hay personal literalmente. Nos sentaron en mesas sin manteles, cosa que a mi criterio deja mucho que desear, tal y como venden el restaurante. No existe protocolo de vestimenta, por lo que puedes ir a cenar en bañador y chanclas o con un chino y camisa. Hubo gente esperando más de minutos para que la sentaran. Tuvimos que levantarnos a pedir la cuenta porque nadie nos venía a cobrar.La factura no te la hacen en el momento, dicen que la envían al día siguiente por correo pero ya la hemos reclamado dos veces.COMIDA:Cantidad justa y precios elevados. Pedimos un Tomahawk para MAL RECOMENDADO. Pese a solicitar si era excesivo para nos dijeron que no, que estaba bien. Al final, llegó la carne, comimos mucho adultos, los otros picotearon, porque se pidieron su plato principal y aun así sobró mucha carne. Esto en un restaurante así, no puede pasar. Tienen que tener personal que te guíe y que sea profesional en hacerlo, o quizás recomendar quitar entrantes. La carne llegó COCIDA, además de demasiado cruda. La pedimos al punto. Lo ideal, sería tener las brasas al máximo, poner la chuleta minutos por cada lado y conseguir una textura crujiente por fuera y cruda en su interior, y no, una carne poco hecha en su exterior, cocida, la grasa tierna, sin nada hecha, y el interior frío. No soy partidario de devolver carnes por no marearlas, a no ser que hubiese venido pasada. Esto en una cocina así, pagando por esa pieza, no debe pasar. CONCLUSIÓN:No creo que sea un restaurante para recomendar. Está pensado para el guiri que alucina viendo carnes pero que no tiene ni idea de ellas, y paga lo que sea, aunque cueste la mitad. No me sentí cómodo con el ambiente, servicio y la comida no fue una excepción.No lo recomendaría