3 /5
Valoración media
★
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Sin ser mal restaurante he de decir que no me entusiasmó ni gustó demasiado. Las tostas de pulpo y zamburiña eran un picadillo taponado por el sabor del pimiento piquillo, para el que exclusivamente se usó la cabeza del pulpo picada. Me hiciera gustado encontrarme aunque sea un trozo del animal encima de la tosta, ya que dos unidades tenían el precio de Los chipirones bien, correctos. Las fabes no eran fabes, eran judiones de la granja, estaban bien guisados y tiernos, así como bien presentados. No preguntaron el punto de la carne, sacaron el entrecot muy hecho, se pudo comer porque la carne era de buena calidad, pero vamos... un error que no paso por alto. Los postres bien, un mousse o crema de orujo, con buen sabor y textura, y tarta de queso presentada en vaso, precio de los postres adecuado. Si eres una persona calurosa vas a pasar calor en el comedor, no hay ventilador ni aire acondicionado, pero disponen de mesas en terraza, supongo previa reserva. No disponen de carta de vino, aun así atendieron sin reserva previa y el servicio fue bueno y fluido.