3 /5
Valoración media
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Es un sitio maravilloso en un lugar idílico. Era la primera vez que íbamos, un grupo de 5 adultos y 3 niños, disfrutamos de unas riquísimas rabas y caracolillos, nos animamos y nos quedamos a comer, ahí es donde tengo algo malo que decir. El camarero es un buen profesional, pero insistente y persuasivo para que pidas mucho, mucho. Eso no me parece bien. Ahora la hostelería al mivel que está no debería abusar de esa manera, en mi humilde opinión hay que ganarse a la clientela con buen servicio y buena comida. No hay que abusar. Seguro que hubiésemos vuleto un millón de veces más, pero no va a ser el caso