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Reservé con antelación y nos pusieron en una mesa cerca de la fachada del restaurante la cual desprendía un calor enorme, pedímos al camarero que nos cambiara de mesa ya que el resto estaban desocupadas y de muy malas formas nos dijo que era imposible; que no podíamos ocupar una mesa de cuatro siendo nosotras sólo dos. Nosotras por educación aceptamos pero la pareja que vino después no lo hizo así y ocupó la mesa de cuatro que nosotras queríamos. El servicio del camarero pésimo, nos ofreció el QR de mala gana y sin dar explicaciones, el menú que pedimos no tuvo complicaciones asi que no tengo nada que decir...pero el camarero ni se molestó en preguntar si queríamos postre o no...era más interesante estar viendo el partido de la selección! Después de mucho esperar le llamamos para pedirle una bebida y nos contestó que si nos la tomábamos rápido si nos la servía porque iban a cerrar...eran las 23:30h.. En resumén... Un pésimo sitio...un pésimo servicio...una comida normal....para no repetir ni aconsejar desde luego!!!!
Empezando por lo malo, el jefe, un maleducado, que por cancelar una parte de la mesa a última hora, habièndola reservado 1 hora antes, nos ha hablado de una manera vergonzosa y denigrante. No nos hemos ido porque era muy tarde y no había mucho sitio a donde ir. Dicho esto, el trato del camarero ha sido ejemplar, muy cercano y agradable. La comida bastante buena toda, pero queda la espina del mal trato que ha hecho que lo que podía ser una agradable velada quede en una anécdota frustrante.
Fuimos a comer con una pareja de amigos, edad media de los cuatro 65 años, de entrada Que queréis beber No soy un carca, pero en un sitio de atención al público que se precie, se habla de Usted. Nos pusieron unas cervezas sin alcohol y a los 15 minutos, conseguimos los vasos. Mucho descontrol y falta de profesionalidad, lo cual llevó a una comida deslucida, problemas de falta de pan, no llegó la ensalada, ect. La carne excepcional y en su punto. Los postres excelentes y tuvieron el detalle de no cobrar los postres y el café, por las molestias. Es de agradecer, pero estaría mejor, sobre todo para mejorar, el coordinar mejor, el comedor de arriba, con el resto del local, enseñar al personal como hay que atender, servir y estar con los clientes. Mo entiendo, mesas con servilleta de papel y otras con servilleta de tela, ect. Resumiendo, no está acordé el servicio y trato, con los precios y es una pena.
La comida está buena y el precio está bien. La atención al cliente es buena y tienen terraza para disfrutar del sol.
La comida muy buena, la hamburguesa de vacuno maduro espectacular y más aún con la ración de patatas que acompaña. La pizza, desde mi punto de vista, de sabor deja que desear pero te la comes y la disfrutas agusto. Y para dos es una pizza de buen tamaño. El trato muy bueno, pendientes pero sin agobiar. El precio está en lo que te quieras gastar.
Está todo muy bueno: pizzas de masa fina y muy ricas; la hamburguesa me encanta y las patatas que la acompañan muy buenas; carne a la brasa bien hecha... En verano la terraza está muy bien.
Las reacciones son enormes! Si pedís ensalada pedirla siempre para una persona menos de las que estáis! La masa de las pizzas finísimas! Volveremos seguro
En primer lugar decir que me llama mucho la atención como gente que no tiene ni idea, se lanza al mundo de las pizzas. El domingo pasado pedimos a domicilio tres pizzas y un par de ensaladas. Dados los precios supusimos que tendrían un tamaño suficiente para saciar a las cinco personas que éramos. Pues nada más lejos de la realidad. Nos llegaros tres pizzas de una tamaño ridículo dado el prexio, mal condimentadas y con una masa más parecida a una tortilla mexicana que a una pizza italiana. Muy malos pizzeros, la verdad. Eso sí, las emsaladas sí que estaban buenas.
