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Valoración media
★
Este café, situado muy cerca del centro de las mejillas, ofrece dos cosas: la oportunidad de comer dulces riquísimos hechos allí mismo y la posibilidad de hacer cursos de magdalenas fuimos a merendar una tarde y pedimos un pedazo de tarta roja de terciopelo, que no sé qué se necesita exactamente, que tiene el pastel rojo. También probamos los tazones y el chocolate a la taza que también era exquisita. Además, la cafetería es muy acogedora, tanto para mesas como sillas y para su decoración. para cursos que usted tiene que consultar fechas y horarios y lo bueno es que en el mismo café que vende productos para practicar en casa lo que usted aprende en los cursos.