4 /5
Valoración media
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Restaurante bonito, con una amplia carta y trato familiar. Hay menú de diario a precio muy asequible, y la carta también está muy razonable en cosa de precio.Comí ensaladilla rusa, croquetón de ibérico y dorada a la murciana (con verduras y patata). De tomar, cerveza de barril y vino de jumilla por copas. Todo y en cantidades correctas. El tiramisú de postre también fue muy bueno.El único inconveniente que me permito ponerle al lugar es el televisor en la pared y que lo hayan encendido. Entiendo que se trata de algo que demanda la clientela, pero en lo personal creo que desluce la decoración del lugar y la experiencia gastronómica.En resumen, un lugar al que merece la pena regresar.