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Valoración media
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Esta bodega es espectacular, de las más antiguas de la zona, con calados interminables que se entrecruzan y que tienen la altura de siete pisos ,repletos de auténticas paredes de vinos antiquísimos de bodega originaria Paternina. Te sientes en el corazón de La Rioja literalmente. Tuvimos una guía excepcional , Elizabete, que nos explicó con todo detalle la historia y las anécdotas tan interesantes que rodean esta bodega, sus calados y sus vinos. La cata en si se hace en una sala muy bonita , es muy agradable y de los vinos que voy a decir, riquísimos. Eso si ir bien abrigados porque hace bastante frío. Muy recomendable repetiremos en cuanto podamos.