3 /5
Valoración media
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El hostal está en el centro del pueblo. Tiene escaleras y no está adaptado para la movilidad reducida. Vimos tapones para los oídos en los baños y nos sorprendió un poco; lo entendimos por la noche: las campanas de la Iglesia dan los cuartos de todas las horas independientemente de que sea día o noche. A veces, por lo que nos comentó el hombre que nos atendió, tienen problemas con las reservas que reciben por Booking y las que gestionan ellos mismos: nosotros habíamos reservado un apartamento y al llegar nos dijeron que estaba ocupado. Nos ofrecieron dos habitaciones dobles (habíamos cogido un apartamento para con baño privado. Estamos agradecidos por el servicio, pero es verdad que si hubiéramos llevado idea de cocinar, o llevar cosas de nevera, pasar tiempo en el apartamento en la salita… Nos cobraron lo mismo que costaba el apartamento, eso sí. El personal muy amable y el desayuno (que no disfrutamos) tenía muy buena pinta; pero lo de la gestión de las reservas nos decepcionó.