5 /5
Valoración media
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Restaurante en una ubicación privilegiada, junto al puerto de Ribadeo y con vistas a su ría. El local es amplio, luminoso y la disposición de las mesas correcta y espaciosa. Quizás la música ambiente, en ocasiones un poquitín alta, puede deslucir la escena. la comida en general correcta, pero especial mención merecen sus pescados preparados a la brasa. Tomamos unas navajas en primer lugar, muy frescas y sabrosas, junto con una parrillada de verduras de la zona, todo muy bien presentado. De segundo, pedimos lubina a la parrilla, lo que supuso una total revelación. Hacía años que no probaba un pescado tan bien preparado, con su justo aceite y condimento, respetando la originalidad de su sabor, y especialmente fresco, con reminiscencias de gusto a mar. La textura, idónea, y la presentación, sencilla a la par que atractiva. De acompañamiento unas patatas que parecían entre cocidas y asadas, también muy buenas. La relación calidad-precio más que correcta. El trato dispensado por la camarera que a lo largo de la velada se encargó de nuestra mesa culminó la experiencia. Amable, simpática y proactiva, con el protocolo bien interiorizado, nos aportó referencias y consejos sobre el menú. Demostró especial conocimiento de la carta de vinos, habiendo catado la mayoría y siendo capaz de definir las sensaciones en boca de un buen número de ellos. Sin lugar a dudas recomiendo visitar este restaurante ubicado en Ribadeo.