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Valoración media
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Albergue en entorno espectacular en el que Miguel y Olga te harán sentir como en tu propia casa. Edificio acogedor y muy bien cuidado, con comedor, salón y baños compartidos muy limpios.Reservé habitación para dos, con lo esencial, pero a la vez muy confortable. Disfruté de dos cenas y dos desayunos en los que pude degustar platos elaborados con lo que cultivan en los huertos que rodean la casa, así como pan y postres de elaboración casera.Lugar ideal para desconectar en el patiocon los animalillos o para iniciar rutas por los alrededores. Ofrece contacto directo con la naturaleza sin ni siquiera salir del recinto. Además, sólo el camino para llegar al escondite es una pasada.Totalmente recomendado si no se busca el típico hotel.