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Producto muy muy bueno. Una joya escondida en un pequeño pueblo. Precios de ciudad, pero la calidad valía la pena. La carne recién cortada. Postres ya no llegamos al estar llenos. Volveremos
La carne extraordinaria, la torta buena, las cervezas regular y el precio adecuado
El servicio muy bueno y la comida increíble. Venancio es un encanto y vino varias veces a contarnos de sus productos, la calidad de la comida como no se encuentra en otros restaurantes. Comimos tabla de ibéricos, cecina, setas a la parrilla, tomate pasiego y chuletón y no se decir cuál me gustó más. Postre cogimos la tarta de queso casera y genial también. Relación calidad-precio perfecta. Volveremos
Sencillamente impresionante. Le recordaba de hace muchos años y no ha cambiado nada. Hemos venido tres personas y ni sabemos decir que ha sido lo mejor, todo de un nivel altísimo y el trato, insuperable. Una pena no hay estrellas. Fijo repetiremos, ya estamos pensando cuando
Nos habían dicho de este lugar, porque eran cortos, en un bonito pueblo de cantabria, totero este restaurante pechoañalera, buen lugar su interior todo en madera noble, te lleva a años 70, bueno, su cocina tenemos que decir que todo un éxito, que decantamos para una cecina de vaca, totalmente casera con un aceite de oliva un poco picante, vamos de diez, un boron con manzana exquisita, Un gran éxito.
Hacía tiempo que por circunstancias personales no podía visitar este restaurante. Y me alegró comprobar que sigue siendo igual. Muy buena comida, trato agradable y relación calidad precio muy buena. Impresionante el dominio de Venancio con la parrilla, sirviendo una carne espectacular. La torta de casar es de mis preferidas y el chorizo a la brasa también. Esta vez pedimos también una cecina que adoba Venancio y nos gustó mucho. Sin duda, seguirá siendo uno de los sitios fijos de visita.
Absolutamente una delicia gastronómica secreta de visita obligada, verdadero encanto campestre y increíble comida rústica. Todo cocinado dentro de este fuego abierto estilo granja.
