Maria Castana Reservar una mesa

Nos recomendó este restaurante en el hotel, buscando la cocina gallega tradicional. Nos dijeron que este restaurante era frecuentado por los gallegos, no por los turistas, y que éramos sin duda. Fuimos sin reserva, y no tuvimos problemas para conseguir una mesa. la experiencia fue muy buena! buen servicio, velocidad y calidad en platos. platos simples y tradicionales, pero con mucho sabor y buen género.

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Personal atento, educado, trabajador y simpático que hacen de la estancia un rato agradable y si ya le sumas la calidad y el buen hacer de la comida, no se podría pedir más. La única pega que le pongo es la actitud del dueño/gerente/encargado. Se dirigió de muy malas maneras a un empleado que sabía perfectamente que la reserva estaba a nuestro nombre porque habíamos estado hacía poco más de una hora...más humildad le hace falta a más de un jefe. Trabajo de cara al público y es muy duro tener que aguantar también un jefe así. Tampoco me parece bien que esté como un perro policía cuando los trabajadores están resolviendo dudas a los clientes, queda muy feo.

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lugar encantador con muy buena comida

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Hemos comido en este restaurante y disfrutado de una gran cantidad de comida deliciosa, y los conocimientos e historias del dueño del local. ha sido una comida muy enriquecedora, tanto culinaria como de conocimiento. da goteo comer en lugares como este, no podríamos recomendarlo más mención especial a los mejillones con salsa de erizo, que nos goteó tanto que tuvimos que repetir

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Fran es uno de los mejores camareros del mundo. y el sitio excepcional. Todo está delicioso. ¡No es barato, pero vale la pena!

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El trato es súper bueno, familiar. Los camareros muy simpáticos. La comida está buenísima y vale la pena lo que vale. Si regresamos a Santiago, volveremos aquí.

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Fuimos en jueves santo y tenían mucha gente. La calidad de la comida es excepcional y los precios estupendos. Las zamburiñas espectaculares, el pulpo en su punto, los chipirones fritos riquísimos. Es cierto que con tanta gente, tardaron un poco más de lo normal pero lo compensaron con una invitación y con un servicio muy agradable.

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Para recomendar ,un lugar para comer en Santiago de Compostela . Me gustó mucho el pulpo

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