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Valoración media
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Si estás por Sevilla muy recomendable. Fui por recomendación de familiares y amig@s. La verdad todo un acierto y de precio lo veo bastante bien. Tienes que ir tempranito porque se llena muy rápido, como casi todos los clásicos de Sevilla. Nosotros fuimos para cenar en plan tapeo y comimos en las mesas altas de dentro. Creo que si te sientas en la terraza tienes que pedir lo que especifica en la carta que es para terraza, no es que me sentara en ella para saberlo al pero en la carta había un apartado para terraza. El local de al lado escuché que es del mismo dueño y si te quedas sin sitio y al lado hay, te ofrecen la posibilidad de comer allí y no tener que esperar. Las cervezas muy muy bien tiradas y muy fresquitas. La comida muy buena también. Pedimos todo tapas: tortillitas de bacalao, flamenquín de rabo de toro, solomillo al whisky, carrilleras y mantecaito (trocito de pan, lomo como con cebollita caramelizada me pareció y una lonchita de jamoncito). Los camareros muy atentos y las tapitas vinieron bastante rápido. Al pedir la cuenta nos obsequiaron con unos chupitos especiales de la casa que vienen granizados, que estaban buenísimos. La especialidad de la casa el solomillo al whisky, estaba espectacular, no puedes pasarlo por alto si vienes a visitar este sitio. De todo lo que pedimos (aunque todo estaba buenísimo que conste) en primer lugar el solomillo al whisky, en segundo lugar pondría las tortillitas de bacalao y el mantecaito, en tercer lugar las carrileras y cuarto el flamenquín de rabo de toro. Si vuelvo a Sevilla, me volveré a pasar, lo apuntaré en mi lista de imprescindibles.